miércoles, 16 de agosto de 2006

Una plegaria americana

¿Has sentido el calor del progreso
bajo las estrellas?

¿Sabes que existimos?

Has olvidado las llaves
del reino

¿Has nacido
y estás vivo?


Reinventemos a los dioses, a los mitos
seculares

Adoremos los símbolos de los profundos bosques ancestrales

(Has olvidado la lección
de la antigua guerra)


Necesitamos doradas, inmensas copulaciones

(…)

¿Sabes que nos gobierna la t.v.
La luna es una bestia de sangre reseca
Bandas de guerrilleros lían porros
en el vecino patio de viña verde
y se aprovisionan para la guerra en las inocentes espaldas
de boyeros agonizantes?


Oh gran creador del ser
concédenos una hora más para
redondear nuestro arte
y perfeccionar nuestras vidas


Las polillas y los ateos son dos veces divinos
y moribundos
Vivimos, morimos
y la muerte a nada pone fin
Seguimos viaje hacia la
Pesadilla

(…)

(Le toqué un muslo
y la muerte sonrió)


Nos hemos reunido en este loco
y antiguo teatro
Para pregonar nuestra pasión de vivir
y huir de la multitudinaria sabiduría
de las calles

(…)

Con nosotros fabrica ángeles la muerte
y nos pone alas
donde teníamos brazos
suaves como garras
de cuervo


Basta de dinero, basta de disfraces
Este otro Reino parece con mucho el mejor
hasta que su otra mandíbula revela el incesto
y la relajada obediencia a una ley vegetal


No iré
Prefiero un Festín de Amigos
a la familia Gigante


James Douglas Morrison,
Una plegaria americana (fragmentos), 1970.

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